Hemos tomado una decisión: adquirir una vivienda. Disponemos de los medios, tenemos el deseo e, incluso, la necesidad de hacer esa inversión y hemos decidido hacerlo. Ahora es cuando se nos presenta todo un escenario lleno de preguntas: “¿Nueva o usada?” “¿Dónde?” “¿Qué precio quiero o puedo pagar?” “¿Cuánto me costará en total?”
La compra de vivienda es una de las inversiones más importantes que una persona hará a lo largo de su vida y se desea tomar esa decisión lo más acertadamente posible y, habitualmente, la compra de una vivienda de segunda mano es la que se suele considerar como opción más atractiva.
Para que tengas toda la información que te ayude a decidir, ¡sigue leyendo!
¿Por qué comprar una casa de segunda mano?
Precio
A la hora de comprar vivienda, la primera de las preguntas que se plantean es la relativa al precio. El precio suele ser determinante para un amplio porcentaje de potenciales compradores y es aquí donde la vivienda de segunda mano gana de largo. Este tipo de viviendas suelen ser más baratas (pudiendo llegar a tener precios hasta un 40% más baratos que la de obra nueva) y se encarecen a menor velocidad que las de obra nueva. Ello da como resultado un significativo ahorro en la compra de la vivienda, lo que permite que muchos compradores empleen el dinero ahorrado en reformar y personalizar la vivienda según sus gustos y necesidades.
Fiscalidad
Este es otro aspecto que incide en el precio final de una vivienda.
Comprar una vivienda usada también significa un ahorro en los impuestos de las operaciones inmobiliarias. Esto se debe a que este tipo de viviendas se gravan por el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales (ITP), que oscila entre el 6’5 y el 10% del precio escriturado, mientras que por la vivienda nueva se debe tributar mediante I.V.A. (10% del precio de venta de la vivienda), lo que, al final, hará que el precio de la vivienda nueva sea más elevado.
Ubicación
El lógico crecimiento de las ciudades, hace que las viviendas de nueva construcción se ubiquen en zonas más alejadas del centro y en las que los servicios aun no estén muy desarrollados. Eso lleva a que la vivienda de segunda mano sea más atractiva dado que, por lo general, estas se encuentran en zonas mucho más céntricas.
Inversión con mayor rentabilidad
Si el objetivo de la compra es la inversión, este tipo de vivienda es más atractiva. Los inmuebles que ofrecen mayores rentabilidades en el alquiler se encuentran en las segundas calles y en los segundos barrios, es decir, los que se sitúan junto a las zonas más transitadas de las grandes ciudades, donde el parque de viviendas es, salvo excepciones, exclusivamente de segunda mano.
Disponibilidad
Por lo general, empezar a hacer uso de una vivienda de segunda mano lleva menos tiempo que en el caso de la vivienda de nueva construcción, lo que incrementa su atractivo tanto si el uso lo hará directamente quien la compra o si se va a destinar a obtener de ella un beneficio económico a través del alquiler.
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